sábado, 9 de noviembre de 2013

Falsos mitos sobre la artrosis

La artrosis es una de las enfermedades más extendidas en España (donde afecta a unos 7 millones de personas) y es una de las afecciones que más recursos sanitarios consume.

  • En contra de lo que se piensa, no es una enfermedad exclusiva de la vejez, y que cualquiera puede padecerla. Hay tres variables que pueden desarrollar una insuficiencia en la articulación: la calidad genética de los tejidos, el trabajo al que sometemos a la articulación y el tiempo al que llevamos sometiéndola a ese esfuerzo. 
  • La alimentación no influye en la enfermedad, o al menos no se conoce ningún alimento que sea favorecedor, sin embargo es fundamental seguir una dieta equilibrada y baja en calorías  para que los pacientes no engorden porque el sobrepeso es un factor negativo, que además se puede ver provocado y agravado por la tendencia a seguir una vida sedentaria 
  • El cambio de estación no tiene por qué afectar a la artrosis, lo que sí es que hay evidencia suficientes de que puede afectar a la percepción del dolor, no tanto el frío o el calor como los cambios de presión atmosférica. Dicho de otra manera, el verano es bueno para la artrosis ya que el calor afecta a la inflamación, reduciendo el dolor de la articulación. Es decir, no hay más personas que sufran artrosis en zonas húmedas que no húmedas, ni en un país más que en otro, ya que se sabe que “la distribución de la artrosis es universal y la incidencia y la prevalencia es similar en todos los países”. 
  • La visión general de la población sobre la artrosis es que es una enfermedad que evoluciona progresivamente en las personas mayores y no tiene ningún tratamiento, que va progresando de forma continua hasta llegar a la potencial invalidez y que no hay tratamientos para mejorarla ni para tratarlas. Sin embargo, actualmente hay un arsenal terapéutico que puede ayudar al paciente a sobrellevar la enfermedad.

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