A pesar de que en otros muchos lugares del mundo es legal, en España la marihuana esta considerada una sustancia ilegal, siempre y cuando se cultive para traficar; En caso de que el cultivo fuese destinado al autoconsumo, sería una droga legal.
Esta demostrado que el consumo de cannabis puede degenerar en trastornos mentales como ansiedad, depresión o trastornos psicóticos, como esquizofrenia. También está demostrado que puede llegar a afectar a nuestra memoria a través del deterioro de partes de nuestro organismo como el hipocampo o la amígdala.
Pero además de haberse demostrado estos efectos destructivos en nuestras funciones, nuevos estudios están investigando la posibilidad de utilizar el cannabis como medicina alternativa para combatir diferentes patologías, ya sean crónicas o no. Han sido miles los pacientes que se han sometido de forma voluntaria a este "tratamiento" y que se han beneficiado de los efectos positivos de este psicotrópico. Uno de los beneficios es que, a diferencia de otros métodos medicinales utilizados en la actualidad, la marihuana no crea ningún tipo de adicción física ni psicológica, sino social, por lo que se la considera como una alternativa natural a los narcóticos que solemos ver en hospitales.
Siendo muchos los beneficios de la marihuana en su uso terapéutico, sobretodo en el enfermedades de carácter crónico, anorexia o cáncer, nos vamos a centrar en dar una pequeña explicación de cuales son sus efectos sobre el dolor.
La marihuana sirve como tratamiento para el dolor por su efecto analgésico sobre el consumidor, ya que su componente más activo, el THC, actúa sobre los circuitos neuronales encargados de regular las sensaciones de dolor. El THC modula, al igual que la morfina pero en menor intensidad, los mecanismos reguladores de la médula ventromedial rostral. Además de mitigar el dolor, los consumidores han asegurado haber sentido facilidades notables a la hora de relajarse y de conciliar el sueño tras el consumo.
Si el consumidor no quisiera fumar cannabis, también podría fabricar de forma casera sus propios aceites, para aplicarlos en la zona en la que se localiza el dolor y disminuir el malestar.
Por último añadir que también tiene un efecto antiinflamatorio por su condición de vasodilatador, por lo que favorece la buena circulación sanguínea.
Los estudios realizados sobre artrosis aún no están totalmente ratificados, y se necesita profundizar en la investigación, pero hasta el momento los resultados han sido positivos, habiendo fortalecido todos los argumentos y efectos mencionados anteriormente. Si están comprobados sus beneficios en otras enfermedades y trastornos, como en cáncer, la anorexia, la depresión, la ansiedad, la esclerosis y algunos casos de alzheimer.
Quizás en un futuro cercano, los enfermos más experimentales de artrosis, tengan la posibilidad de comprobar por su propia experiencia los efectos de los psicotrópicos utilizados como medicamentos.
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